Esta música surgió de la fusión de la música árabe de Oriente con la música que existía en la Península Ibérica antes de su llegada.
Uno de los precursores de la música andalusí fue Ziryab.
A Ziryab se le conocía con el nombre de «pájaro negro» por su piel morena y por su canto dulce y melodioso.
Ziryab y la música andalusí
Aunque nació en Bagdag (actual Irak) se estableció en Córdoba y allí realizó una gran labor fundando la primera escuela de canto de Occidente y creando una gran cantidad de piezas y de obras teóricas musicales.
Ziryab sentó las bases de la música andalusí y desarrolló un nuevo género musical, la nuba.
Las nubas son cantos formados por 24 piezas musicales, una para cada hora del día. Podían estar acompañadas por la percusión del tar (pandero) y de la darbuka (tambor alargado en forma de vasija).